La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?
Las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos
Cuando el sabio señala la luna, el necio mira el dedo
Es más fácil variar el curso de un río que el carácter de un hombre.
La puerta mejor cerrada es auella que puede dejarse abierta